
En el liderazgo y los negocios, la autoridad no se limita a ostentar un cargo, sino a ganarse la confianza y usar la influencia con sabiduría Todo profesional, ya sea que asuma un nuevo rol de liderazgo o que esté expandiendo su negocio, debe desarrollar y mantener activamente su autoridad para liderar con eficacia. La autoridad no es una posición estática; es dinámica y se define por cómo te presentas, tu constancia en el desempeño y la autenticidad con la que conectas con los demás.
Según Ron Carucci en "Construye tu reputación como un líder confiable", la autoridad de un líder se basa en la confianza que genera. La confianza se gana cuando las acciones se alinean con las palabras, cuando los líderes demuestran competencia y cuando demuestran una preocupación genuina por quienes lideran. Carucci enfatiza que los líderes que se toman el tiempo para comprender las necesidades de los demás y las satisfacen constantemente crean una base donde su autoridad se vuelve natural y respetada.
Para los nuevos líderes, establecer legitimidad es especialmente crucial. En En su libro "Cómo los nuevosCEOs establecen legitimidad", Nitin Nohria describe cómo las primeras acciones definen la trayectoria de un líder. Los nuevos CEOs deben centrarse en los logros inmediatos, mostrar un profundo respeto por la historia de la organización y escuchar atentamente a los empleados y las partes interesadas. Al alinear las primeras decisiones con los valores y aspiraciones de la organización, los líderes crean una sólida percepción de autenticidad, un pilar fundamental de la autoridad.
Sin embargo, la autoridad no es algo que se pueda establecer y olvidar. Fluctúa, incluso a lo largo de un mismo día. La investigación de Eric Anicich y sus colegas en When Your Authority Fluctuates Along the Day (Cuando tu autoridad fluctúa a lo largo del día) muestra que los niveles de autoridad pueden cambiar según el contexto, la audiencia e incluso cambios sutiles en la conversación. Los buenos líderes son conscientes de estos cambios y se adaptan. Saben cuándo recurrir a su poder formal y cuándo construir influencia mediante la colaboración, la humildad y la capacidad de respuesta.
La confianza es la base de la autoridad, y la confianza en sí misma es una decisión, como describe Robert F. Hurley en The Decision to Trust.. Las personas evalúan si pueden confiar en un líder basándose en factores como la credibilidad, la imparcialidad y la alineación de intereses. Generar confianza requiere transparencia en las intenciones, demostrar competencia y tomar decisiones que prioricen el bien del grupo sobre el beneficio personal.
Las personas confían en lo que pueden predecir. Cumple promesas, cumple plazos y preséntate con integridad.
La autoridad es relacional. Escucha atentamente, muestra empatía e interactúa auténticamente con tu equipo y tus clientes.
Mantén tus habilidades al día y estate dispuesto a admitir cuando no sepas algo, y luego busca la respuesta.
Reconoce que la autoridad puede fluctuar. Analiza el entorno, ajusta tu enfoque y lidera con inteligencia emocional.
La autoridad no se trata de dominar, sino de empoderar a otros para que confíen en ti, te sigan y triunfen contigo.
En el panorama profesional actual que está en constante cambio, los líderes que prosperan son aquellos que comprenden que la autoridad, la confianza y la influencia se construyen a diario: con pequeñas acciones, conversaciones valientes y una autenticidad inquebrantable.
© Copyright all rights reserved by Lucy Escobar.
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